No todo el mundo ama la calabaza, pero este es un producto muy útil: inclúyalo en su dieta y vea cómo cambia el cuerpo. Contiene una gran cantidad de macro y microelementos, así como vitaminas de los grupos B y A. Las vitaminas B apoyan perfectamente la condición del músculo cardíaco y los vasos sanguíneos, así como el sistema nervioso y el sistema musculoesquelético. La vitamina A mantiene la condición de la piel y el cabello, por lo que muchas mujeres usan la calabaza como remedio casero para la cara y hacen máscaras con ella. Pero precisamente por el contenido de vitamina A, no se debe abusar de la calabaza, ya que la piel puede volverse amarilla.

El fortalecimiento del músculo cardíaco (miocardio) y el mantenimiento de los vasos sanguíneos depende directamente de la composición de la calabaza, por lo que se recomienda incluirla en la dieta para la aterosclerosis vascular y colesterol alto, anemia ferropénica, hipertensión (presión arterial alta), para el prevención de enfermedades cardiovasculares.

Por cierto, la calabaza durante las epidemias y la circulación de “llagas” virales, su uso le permite aumentar las defensas inmunológicas del cuerpo.

En enfermedades de los riñones, todas las partes de la calabaza son útiles: desde las semillas hasta la pulpa. La calabaza tiene un ligero efecto diurético (diurético), elimina las sales y el exceso de líquido del cuerpo, por lo que el riesgo de enfermedades renales disminuye, y para quienes ya las padecen, facilita el curso y tampoco permite cálculos (sales) que se depositarán en los riñones.